Por fin pude verla aprovechando un pase en el canal Sundance TV. Me ha gustado aunque advierto que es una película indy en el sentido más estricto de la palabra. Su ritmo es parco y los acontecimientos están narrados de forma austera, como si de la vida real se tratase. Su primera media hora puede llegar a ser desesperante, hasta que una magnífica Toni Collette rompe la tendencia con un monólogo de unos cuatro minutos que desmenuza lo que las imágenes nos habían sugerido hasta entonces. Porque es justo eso, una película que sugiere más que cuenta, que intenta atraer al espectador hacia la angustia y desesperación de los personajes. Pero todo está contado con un ritmo pausado, sosegado, que queda interrumpido cada cierto tiempo cuando los personajes estallan y necesitan exteriorizar su dolor, así como sus emociones.
Interpretaciones excelentes. Recomendable si te gusta este tipo de cine, aunque recalco que no es una obra para todos los paladares.