CAPITULO II
En 1964 acomete el encargo de dos scores importantes, resueltos con muy diferente estilo. El primero, SEVEN DAYS IN MAY (Siete dias de Mayo), es la primera de las tres colaboraciones que mantendrá con el director JOHN FRANKENHEIMER. La película es una superproducción que narra un hipotético intento de golpe de estado en los Estados Unidos con bastante pulso y vigor. Compartían cartel, entre otros, Kirk Douglas, Burt Lancaster y Laurence Olivier. Frankenheimer, concede la necesaria libertad al autor para que este componga otro score lleno de originalidad e innovación. Goldsmith centra su trabajo en el uso de la caja, que crea una melodía marcial in crescendo en los titulos principales, magníficamente diseñados por Saul Bass. La ausencia de la cuerda en todo el score, provoca una frialdad calculada que se acopla maravillosamente a las imágenes. La percusión, es el exclusivo invitado en un trabajo sorprendente y modélico, por el que el autor recibe una nominación al Globo de Oro. Su segunda partitura para este año es la del western RIO CONCHOS (Rio Conchos), dirigida por Gordon Douglas, con el que colaborará en tres ocasiones mas. El score esta escrito para larga orquesta (por primera vez en su cuarta incursión en el género), incluyendo instrumentos inusuales como marimba, cascabel, banjo, guitarra y acordeón. Su tema central, “Rio Conchos” se afianza en un sonido tipo en su estilo y es de fácil retención, mientras la atonalidad domina el resto de los temas, convirtiéndolo, desprovisto de sus imágenes, en un score algo monótono.
MORITURI (Morituri) e IN HARM’S WAY (Primera victoria), ambas en 1965, son las primeras incursiones de Goldsmith en el cine bélico (recordemos El general con el parche en el ojo y reminiscencias en Camino de la jungla). La primera, dirigida por Bernard Wicki, con Yul Brynner y Marlon Brando como protagonistas, se introduce en plena II Guerra Mundial, con narración intensa y llena de suspense. El acercamiento temático del maestro es complejo y psicológico. De nuevo, el universo tonal de Bartok domina el score, cuyo profundo sentimiento de aislamiento es perfectamente reflejado por el uso de la cítara (que tan buenos resultados le diera a Karas en su “Tercer hombre”). El triste tema principal tiene su reflejo en antiguas melodías ruso-judias. PRIMERA VICTORIA tiene un tratamiento musical opuesto y narra los dias anteriores y el desenlace del ataque japonés a Pearl Harbor. Suponía un nuevo salto cualitativo en la carrera del compositor, que era requerido por un Otto Preminger en la cima de su prestigio, ahora bajo la producción de la Paramount y con nuevo diseño de créditos a cargo de Saul Bass. La partitura no está dominada por el suspense como en “Morituri”, sino que refleja el costumbrismo de la isla, las diversas relaciones entabladas por los personajes y el fragor del ataque. “In harm’s way” es una de las obras maestras de su autor. Nos encontramos ante un score variadísimo: sentimental y apasionado en el tema de amor asociado a Tom Tryon y Paula Prentiss (“Love theme”), delicado en el tema de amor a piano para John Wayne y Patricia Neal (“The rock and his lady” y “Goodbye”), sensual y picante en los temas de corte jazzístico asociados al personaje de Barbara Bouchet (“Liz in harm’s way” y “Night on the beach”), costumbrista y localista en las deliciosas piezas autóctonas hawaianas (“Native quarter” y “Hawaiian mood”), percusivo y atonal para definir al personaje de John Wayne (“The rock” y “Battle theme”) con gran uso del contrapunto y la disonancia y con claras influencias del “main title” para el Espartaco de Alex North. Precisamente Goldsmith había trabado amistad con North, basada en el respeto mutuo sobre sus respectivas investigaciones en el campo de la música cinematográfica. Así, Alex North, que había concluido su score para THE AGONY AND THE ECSTASY (El tormento y el éxtasis)!1965) recomendó al director Carol Reed que contara con el autor de “Freud” para el prólogo del film, rodado posteriormente al montaje definitivo del film. Goldsmith se encarga de componer este prólogo sobre la vida del pintor Miguel Angel, denominándolo “THE ARTIST WHO DID NOT WANT TO PAINT”, pieza absolutamente magistral de tan sólo 12 minutos y medio, dividida en 5 partes y compuesta para una larga sección de cuerda (incluyendo un cuarteto) y otra de trompas (en este caso ocho).
Basada en la novela de Elisabeth Kata “Be ready with bells and drums”, Guy Green dirige para la Metro A PATCH OF BLUE (Un retazo de azul)(1965). Considerada por el propio compositor como una de sus partituras preferidas, esta nueva colaboración con el productor Pandro S.Berman tras “El premio”, es una pequeña miniatura orquestal donde destaca el uso de los instrumentos solidas (piano, armónica, bajo....) y retrata a la perfección la soledad de dos personajes (Sydney Poitier y Shelley Winters) que necesitan del contacto humano. Ademas de contar con varias piezas diegéticas, el score se estructura sobre dos leitmotifs básicos: el delicado y famoso tema principal a piano (que se convirtió en disco de oro en dos semanas) y un segundo tema que rivaliza en belleza con el anterior (“The park”, “Discovery”, “Waiting”). La música le vale a Goldsmith su segunda nominación al Oscar que vuelve a perder a manos de Maurice Jarre.
THE SATAN BUG (Estación 3: Ultrasecreto)(1965), dirigida por John Sturges, narra las consecuencias de un acto de sabotaje científico a caballo entre la ciencia ficción y el film policiaco, con resultados demasiado ingenuos. La música del maestro acrecienta esa sensación de intriga y se acopla a la perfección a los paisajes áridos del film. Contiene un irónico y macabro waltz y destaca por el uso de extraños efectos percusivos que le emparentan con el maestro italiano Mario Nascimbene.
Todavía compondrá dos scores mas en 1965, esta vez con resultados menos estimulantes. VON RYAN’S EXPRESS (El coronel Von Ryan) era un desconcertante film de Mark Robson que combinaba farsa militar, melodrama bélico y thriller duro. El score posee la estructura tonal típica del Goldsmith de esta primera etapa: forma arreglos formalistas inspirados en Bartok, en este caso con ligera orquestación mediterránea. Su leitmotif es una jovial marcha a ritmo de tarantella, mientras el resto de la partitura es bastante áspera y atonal, utilizando material anterior para el episodio “Nervous man in a four dollars room” de la serie Twilight Zone, y anticipando ritmos disonantes mas tarde desarrollados en “The sand Peebles”. Por otro lado, OUR MAN FLINT (Flint, agente secreto), dirigida por Delbert Mann, respondía a la nueva moda impuesta por el Bond de Ian Fleming, en versión FOX con agente (James Coburn) cargado de una mayor dimensión de sarcasmo e ironía. Su éxito dará lugar a una secuela IN LIKE FLINT (F de Flint)(1967) dirigida por Gordon Douglas. Ambos trabajos pueden comentarse conjuntamente, mas aún el escaso interes de sus partituras, vendidas al estilo pop de la época y con claras alusiones al siempre elegante Mancini. En la primera se puede destacar su bossa nova inicial y un delicado tema romántico (“All I have to do....”). Colabora con un tema Randy Newman y las orquestaciones corren a cargo de Warren Baker y Arthur Morton. La influencia de Mancini es patente, especialmente en el “End title” que se inicia con sones casi idénticos a los de “Charada”, sin embargo tambien ocurre a la inversa, puesto que “Doing as the roman did”, con su aire arábigo, anticipa el “Shower on paradise” de “Arabesco”. La segunda es bastante mas vulgar, limitándose a utilizar material temático de su antecesora, profundizando en la experimentación electrónica, corriendo las orquestaciones a cargo del mismo Baker, junto a Marty Paich y Lawrence Morton.
Mas interesantes van a ser sus dos siguientes trabajos, ambos de trasfondo bélico. En el film de John Guillermin THE BLUE MAX (Las águilas azules)(1966) el escenario es la I Guerra Mundial. Contiene tres temas básicos: el del deseo de volar de su protagonista, presente a lo largo de todo el scoreen una perfecta simbiosis entre la cuerda y el metal; el de amor, presente en una delicada pieza a piano asociado a George Peppard y Ursula Andrews; y finalmente un tema oscuro y atonal para la aviación alemana. El score se caracteriza por su enorme fuerza interna y por un desbordante espiritu épico. Mas memorable, si cabe, es su trabajo para THE SAND PEEBLES (El Yant.Sé en llamas)(1966), primera de sus dos colaboraciones con el director Robert Wise.Goldsmith logra una partitura profunda, emocionante y lírica, repleta de instrumentación oriental. La historia se desarrolla en aguas del famoso rio chino, cuando una patrullera norteamericana (que da nombre al titulo original) pretende velar por la seguridad de una zona apunto de estallar por la revuelta comunista. La “Overture” es de los temas mas logrados de su autor, con una deliciosa melodía que luego escuchamos bajo otra orquestación como tema de amor (“And we were lovers”). El “Main title” nos sumerge rápidamente en el ambiente tenso y hostil que rodea al personaje del recién llegado marinero, interpretado por Steve McQueen. El inicio de la melodía será luego utilizada por el propio compositor en el delicioso “Gift from the sea” para “Papillon”. “Chang-Sha” nos devuelve al Goldsmith épico, mientras temas como “My secret” o “Maily’s abduction” nos recuerdan al incansable investigador en las percusiones, anticipando momentos luego llevados a su máxima expresión en “El planeta de los simios”. Este maravilloso score le vale su tercera nominación a los Oscars, nuevamente sin recompensa.
El maestro, pues, va evolucionando hacia scores con estructura mas melódica, lo que no obsta para que mantenga su linea dura y densa en proyectos que admiten su vena investigadora. El de Frankenheimer para la Paramount, SECONDS (Plan diabólico)(1966) es un claro ejemplo, en una partitura agobiante y claustrofóbica, con el órgano soportando la acción. Aún asi, tambien hay espacio para un hermoso tema sostenido en la cuerda y de ritmo ceremonioso.
Goldsmith acabará el año con dos trabajos menores pero muy interesantes: su nueva incursión en el western y tercera colaboración con Gordon Douglas, STAGECOACH (Hacia los grandes horizontes)(1966), partitura donde dominan los instrumentos solistas (armónica, banjo, guitarra.....). orquestada por David Tamkin, al recurrirá tambien para su aclamada “La hora de las pistolas”, se trata de un remake de la película de Ford, con un tema principal brioso y pegadizo, orquestado igualmente como tema de amor en una versión mas triste que domina el score y que rivaliza en dulzura con su segundo tema importante (“Family history”). Siguiendo los parámetros de la época, escribe una versión vocal del tema principal (“I will follow”), con orquestación de Harry Bets. En TROUBLE WITH ANGELS (Los ángeles rebeldes)(1966), su primera colaboración con una directora, Ida Lupino, compone un tema jovial y divertido. Los aires de comedia impregnan el score, que tiene su máximo acierto en un melancólico tema que inician las maderas y acaba la cuerda n notas muy altas (“Rachel says goodbye”).
Cuatro son los proyectos en los que intervendrá en 1967: THE FLIM-FLAM MAN de Irving Keshner, su segunda y última colaboración con John Sturges THE HOUR OF THE GUN (La hora de las pistolas), WARNING SHOT (Homicidio justificado) de Buzz Kulik y la ya citada F DE FLINT. La primera narra, con toques de comedia rural, la extraña relación entre dos curiosos personajes interpretados por George C:Scott y Michael Sarrazin. El score se sumerge en los sonidos cercanos a la Americana tradicional, con fuerte influencia de Aarón Copland y pinceladas de música country (“No rest for the wicked”), e incluye un leitmotif con armónica de marcado carácter nostálgico. “Homicidio justificado” posee una aproximación musical cercana a las series policiacas de los 60, impulsadas por la televisión que impone ritmos cercanos al jazz y fuertes sonoridades encargadas a las Big-band. Finalmente, “La hora de las pistolas” es una nueva aproximación de Goldsmith al western, género al que dotó de un enfoque distinto al épico establecido por sus antecesores (Moross y Tiomkin) o contemporáneos (Bernstein). Para esta vengativa revisitación de los sucesos en el O.K.Corral, el maestro refleja en su tema principal, presente a lo largo del score, un presagio de tragedia y venganza con carencia de elementos románticos que da como resultado un trabajo muy dramático en ocasiones (“Main title”), tenso y violento en otros (“Ballot box”), a veces triste y melancólico (“The search”), finalmente triunfante (“A friendly life”). En la edición discográfica se incluye una versión melódica con fines comerciales, que no aparecia en el film. Junto a esa melodía única, destaca otra de carácter brioso que incluye material virtuoso para trompas y trompetas (“Whose cattle”).
(CONTINUARÁ (Capitulo III y último de esta etapa)).
</p>Editado por: <A HREF=http://pub32.ezboard.com/bmundodvd43132.showLocalUserPublicProfile?login=mi cki>Micki</A> fecha: 6/6/02 7:27:02 pm




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