Nada que disculpar. Realmente no estamos tan alejados de lo que pensamos y entiendo tu posición totalmente.
Nada que disculpar. Realmente no estamos tan alejados de lo que pensamos y entiendo tu posición totalmente.
Me ha pillado un poco lejos, ya que justamente he estado en la costa oeste estas últimas semanas. Pero que se guarde las espaldas, que cuando quiera darse cuenta tiene una edición metida en el bolsillo de Airbag de Ava.. digo...
La verdad es que la entrevista da un panorama bastante desalentador, desde dentro, de cómo está el mercado del ocio del cine en formato físico en nuestro país. Confirma todo lo que sospechaba de casos como Gabita, Reel One, A Contracorriente, Manga, Ediciones79, Llamentol & compañía y la propia Resen (que las cite a todas en la misma frase no implica que piense que estén todas en el mismo saco; aclaro por si acaso).
Tampoco he podido evitar soltar un par de sinceras carcajadas escuchándole, cuando pide respeto, todo digno, por su trabajo. Es tan paradójico como pegar un cartel que ponga "prohibido fijar carteles". No le voy a comprar, pero, desde luego, prefiero esa honestidad granuja, si se quiere, a hacerse el idiota y querer engañarse a sí mismo y a los demás con una legalidad que, evidentemente, no es rentable. A los que lo hacen todo bien, no les salen los números, y a los que les sale rentable, es porque se usan atajos (por llamarlo de alguna manera).
A mí, por suerte, hay algo que me salva de "pecar" y tener que andar justificándome por comprarles... Y es que no puedo con la sensación de que el producto no es "verdadero". Que si no lo tiene todo, pero todo, absolutamente en regla, desde el propio film hasta el último extra o las ilustraciones escogidas, pasando por la constitución de la empresa y (todos) sus papeles, no tengo realmente la película. Es como la sensación de tener un producto falsificado que me molesta en la estantería.
Compré unas diez de estas antes de saber de qué iba la movida, y las quité de la vista cuando lo supe. No me despiertan el más mínimo afán ni como curiosidad. He llegado hasta el punto de que me luce más acudir, en estos casos, al streaming, porque solo me deja tranquilo el proceso de que yo pague legalmente por algo que se produce legalmente, para que el "contrato" establecido entre los creadores y yo, como consumidor, se dé por válido en mi cabeza. Sé que es una chaladura (porque hasta ya me planteo si lo que veo por streaming está realmente licenciado, que parece eso otro coladero...), pero es que no puedo comprar estas cosas.
No solo eso, las intentas vender en wallapop o donde sea, y como mucho te dan 4 euros (hablo de discos prensados de películas muy buscadas). La gente ya sabe que es basura y como tal se paga.
¿Cómo lees? Todo programado para el día 6 estar en el chupinazo...![]()