josep maria espinàs
Todo el mundo sabe que el Estado de bienestar danés es la repera", escribe Joan Oliver en una de sus breves y agudas engrunes o notas en el Avui. La admiración --¿la estupefacción?-- del periodista está justificada. En Dinamarca, la Administración se ha planteado contratar a prostitutas para que, una vez al mes, tengan relaciones con los discapacitados.
Que nadie piense que recojo esta información para bromear. Se trata de tres cosas muy serias: la discapacitación, el sexo y la prostitución. Parece ser que la iniciativa ha provocado en Dinamarca una polémica sobre hasta dónde tiene que llegar el sector público en su política de ayuda a los ciudadanos. Y es imposible evitar que la asistencia sexual sea comparada con la asistencia sanitaria, la domiciliaria para realizar trabajos que el discapacitado no puede acometer, la psicológica...
En el caso de que el colega Oliver obtenga detalles más concretos, le agradecería que me los comunicara para poder satisfacer la lógica curiosidad de mis lectores. Por ejemplo: ¿el incapacitado tendrá asignada a una prostituta de cabecera, por decirlo así, o podrá escoger entre las inscritas en una guía del servicio? ¿Será un trabajo obligatorio para todas o de adscripción voluntaria? Seguro que existe un censo de incapacitados que permite saber los que viven en pareja. ¿Se les va a permitir o no el acceso a este servicio? ¿Se va a respetar el derecho de rechazo, tanto por parte de él como por parte de ella?
Desde hace años viene periódicamente a casa un hombre que me limpia la máquina de escribir. Terminado el trabajo, me hace firmar en una tarjeta. Supongo que el servicio de prostitución también funcionará con una tarjeta de control. Y, quién sabe si, como en los hoteles, tanto la servidora como el servido dispondrán de un impreso para calificar los diversos aspectos de la prestación.
La iniciativa danesa es chocante. Pero me quedo con una reflexión que me parece válida: la relación que existe en muchos casos entre el sexo y la salud psíquica. En los capacitados y en los discapacitados.
Noticia publicada en la página 14 de la edición de 9/29/2005 de El Periódico - edición impresa.