LA OBRA DE GUY MADDIN ATERRIZA EN NUESTROS HOGARES
Guy Maddin es el artífice de un cine de otro tiempo: sus imágenes siguen surcando el blanco y negro original, consiguiendo recrear el efecto hipnótico de las primeras experiencias cinematográficas. Las películas y los numerosos cortos que ha dirigido en su dilatada trayectoria -comenzó a interesarse verdaderamente por el cine a los treinta- le han valido la reputación de cineasta original donde los haya, sin importar aspectos de geografía o de género.
Cameo ha querido acercar al gran público la singular obra de un director excéntrico cuyo talento y predilección por el surrealismo han hecho que sea comparado reiteradamente con otra gran figura: la de David Lynch. Por ello, para poner al alcance de todos el trabajo de este director canadiense, mucho menos conocido que sus compatriotas David Cronenberg y Atom Egoyan, Cameo ha elaborado una cuidada edición de dos obras imprescindibles de Maddin que permanecían inéditas hasta el momento en nuestro país.
“Dracula. Pages from a Virgin Diary” (2002)
La película ganadora en el festival de Sitges 2002 es una revisión del mito de Drácula que Maddin quiso llevar al cine a través del Royal Winnipeg Ballet, la compañía de danza de su ciudad natal. La estética utilizada por el director pone de manifiesto su gusto por reformular todo aquello que adoró desde pequeño -como es, en este caso, la historia del conde Drácula- con el objetivo de mostrar la decadencia que conlleva el paso del tiempo. La música de Gustav Mahler es el hilo conductor de la trama: el sonido nítido de la partitura contrasta con una imagen degradada, con aspecto ajado y difuso que acusa la presencia de intertítulos aclaratorios de lo que acontece en cada momento.
Maddin despliega en este trabajo su particular universo visual, lleno de motivos que dejan al descubierto su fascinación por el cine mudo. El director reflexiona en torno al tema de la xenofobia y presenta una figura femenina revolucionaria en su concepción, totalmente opuesta a los valores morales del contexto original victoriano.
“The Saddest Music in the World”
Basándose en un texto de Kazuo Ishiguro, escritor inglés de origen japonés que firmó la aclamada novela “Lo que queda del día” -su adaptación cinematográfica fue a cargo de James Ivory- Maddin cambia infinidad de elementos, empezando por dónde sitúa la acción: Inglaterra es sustituida por su ciudad natal, Winnipeg, en los años de la Gran Depresión. La película narra la extraña historia de Lady Helen Port-Huntley (personaje interpretado por Isabella Rosellini) quien organiza un concurso para encontrar la música más triste del mundo; el evento servirá como excusa para el desfile de los más excéntricos personajes.
De marcada influencia expresionista, “The Saddest Music in the World” muestra las señas identificativas del cine de Maddin y está considerada una de sus obras cumbres. En el DVD de este título se incluirán tres cortometrajes del director -“A Trip to the Orphanage”, “Sissy Boy Slip Party” y “Sombra dolorosa”- como contenidos extra.
Los DVD’s de “Dracula. Pages from a Virgin Diary” y “The Saddest Music in the World” estarán disponibles para su compra a partir del 30 de septiembre, fecha aproximada de inicio del Festival de Sitges, un festival en el que la figura de Guy Maddin, sus referencias y sus continuadores (Esteban Sapir presentaba el año pasado “La antena”, una obra estrechamente vinculada al trabajo del director canadiense) tienen una presencia muy destacada.