Una pérdida muy, muy dolorosa, de esas que me dejan con el ánimo bajo durante un buen tiempo, como cuando falleció Paul Newman o el periodista Juan Antonio Cebrián. El teniente Colombo lleva acompañándome toda mi vida y es, con diferencia, mi policia favorito de la pequeña pantalla. Es una delicia ver como el relamido y presuntuoso criminal siempre caía en las redes del estrafalario y sagaz teniente.


Descansa en paz, Peter, y mi eterno agradecimiento por las horas y horas de felicidad que nos has dado a todos.