Tokio, EFE
Imamura recibió por primera vez el máximo premio del certamen francés en 1983 por ‘La balada de Narayama’, la historia de un pueblo que sobrevive a los rigores del tiempo y la escasez de alimentos abandonando a las personas de más de setenta años en el cercano monte Narayama.
En 1997 repitió triunfo en Cannes con ‘La anguila’, centrada en la relación de una pareja formada por un homicida en libertad bajo palabra y una mujer que acepta trabajar en una barbería para él.
La crítica mundial destacaba su humanismo y su inconformismo, con el que mostraba las contradicciones de una sociedad que cambiaba la tradición por el consumismo.
Nacido en Tokio, Imamura entró a trabajar en 1951 en los estudios Shochiku, donde fue ayudante del legendario Yasujiro Ozu, a quien criticaba a menudo por anular el alma de los actores con su estilo frío de dirección.
Imamura fundó su propia productora, Imamura Productions, y era profesor en la Escuela de Cine de Yokohama, al sur de Tokio. En su filmografía, equiparada a la de clásicos nipones como el propio Ozu, Akira Kurosawa o Kenji Mizoguchi, destacan además ‘Doctor Akagi’, Eijanaika, La venganza es mía y ‘La mujer insecto. Su última participación en el cine fue un segmento para la película ‘Once de septiembre’.