Vista hoy, como indica la carátula, Rampling está imperial y ES la película. Consigue crear un personaje desde la mayor naturalidad y creo que consigue expresar muchísimo sin casi necesitar la palabra (tremendo por ejemplo el momento en quelo que dice con su expresión y mirada vale más que todo un posible diálogo. Durante todo el film creo que Rampling consigue equilibrar en su personaje los toques de realidad y negación de una manera tan ambigua como sugerente, dejando a nuestra elección la lectura final del personaje. En este sentido, el director creo que también nos deja esa libertad en el cierre del film.Spoiler:
Saludos




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