La típica película americana (ahora a la catalana) de la pandilla de amigos de las vacaciones de verano y casa en el árbol con la que es fácil empatizar y más si eres de la época. Sin embargo, no se si fui yo o toda la nostalgia me pareció impostada, así como en general la historia un poco forzada y causando "estomagancia". Me imaginaba a un Albert Espinosa excesivamente entusiasta susurrándome al oído: "mira, primer planazo de poster de los Goonies, temazo a todo trapo y pasamos a primer plano de polo de Drácula... son los 80 lo pillas tío? lo has pillado no? nostalgia ochentera!".
No ayuda a cambiar la sensación esas sonrisas forzadas de actores que en muchos casos dejan que desear y no transmiten porque parecen robots leyendo el texto. Se mascaba el giro impactante facilón al final y no decepciona tampoco. Pese a todo esto y gustarme mucho menos de lo que cabía esperar con lo facilón que soy para este tipo de cintas, no me ha parecido una película mala y hay ratos que he logrado introducirme en ella y disfrutarla, igual que he disfrutado pese a su carga melodramática mezclada con mensaje happy flower perroflauta, las escenas finales y como rematan la parte del presente, que me temía lo peor y ha sido de lo más restacable. Aún así el resultado es agridulce y que han fabricado algo artificial sabiendo que es un tema con el que se suele conectar fácilmente. A ratos la aprobaría por los pelos y a otros la suspendería. Sigo meditándolo.