En realidad no es complicado y lo podéis hacer vosotros mismos con un sencillo mezclador estéreo de dos canales, y dos micrófonos colocados en paraleo.
Los micrófonos van captando la dimensión espacial del sonido (izquierda y derecha), y el movimiento hacia arriba o hacia abajo es el que capta cada micrófono en función de la lejanía o cercanía del sonido.
Luego basta con mezclar los canales intensificando el derecho o izquierdo en función del movimiento que hizo la fuente de sonido durante la grabación.
Aunque parezca un poco engorroso es una materia básica para los mezcladores profesionales para ser capaces de crear atmósfera real.
Cuando solo existía el estéreo hubieron magníficos ejemplos procedentes de la escuela alemana de sintetizadores, y otras, en los que los mezcladores llevaban a cabo por duplicado la grabación de algunos sonidos procedentes de los sintetizadores, y llegaban a crear sensaciones auditivas increíbles. Cosa que hoy, con los sistemas multicanal, apenas se trabaja.![]()