Vista el viernes, Garrel parece poseído por el espíritu de Truffaut y de esos films franceses donde vemos a personajes amantes del amor, y realiza algo fresco y divertido, ligero (no sólo por su duración de 75 minutos). Por tanto, creo que no hay pedirle honduras a un film que croe que no las pretende.
Saludos