En general me gustan las cosas que ha hecho este Leigh Whannell. Esta película no es del todo una excepción, creo que es interesante su lado humano y la exploración que hace del proceso de transformación en hombre lobo, aunque precisamente por eso se queda coja al final; no tiene mucho sentido que una película con este tono sea al final una hora y pico de juego del gato y el ratón con sustos y carreras.