Por mi propia experiencia y habiendome ocurrido similares problemas en su momento, tengo muy claro que la culpa no es del disco sino del lector. Cuando eso empieza a ocurrir la solución es tan sencilla como limpiar la lente. Explicación sencilla:

a) Abres la carcasa del lector.

b) Desmontas la parte superior de la carcasa de lectura para llegar a la lente.

c) Limpiarla con algo de amoniaco disuelto en agua y usando un trapito que no eche hilos. Los de limpiar gafas son perfectos.


... A fe que notarás el cambio.



Un abrazo!