creo que la madurez (aunque escasa) política del país y la eterna discusión del modelo territorial que bloquea y limita en muchos casos la acción política de los gobiernos (del color que sean) hacen cada vez más, necesario un debate diáfano y si acaso la convocatoria de los ciudadanos de los diferentes territorios para valorar (el modelo quebec podría ser un ejemplo) si desean seguir caminando al margen del resto del estado y en qué condiciones (compensaciones económicas, dentro ó fuera de la unión europea...).

debatir de forma seria sobre la independencia no debe asustar a nadie, es algo como cuando un hijo desea emanciparse, está en su derecho. al menos debe discutirse y aclarar los términos y el coste de cada decisión para que nadie se llame a engaño.

un abrazo.

pd: qué opináis vosotros?