Aunque los años 50' fuesen la década de oro del cine de aventuras, creo que tampoco se asocian determinados personajes célebres, a día de hoy. a sus actores: por ejemplo, Alan Quatermain no es muy recordado aunque haya sido encarnado por un icono como Stewart Granger, no hasta la fama que consiguió para Errol Flynn doce años antes ser Robin Hood. Sin embargo, el británico de las patillas canosas dispone de un buen muestrario de caractéres legendarios como ese "prisionero de Zenda", "Scaramouche" o su noble decadente de "Moonfleet". Antes, no era tanto de estar encasillado en un personaje como al género que representaba, pero para eso se necesitaba ser "estrella", un término que actualmente anda un tanto laxo pues hasta a los influencers se le trata como de tal, especialmente por las generaciones más digitales.
Incluso Robert Downey Jr. no tiene tanto tirón si le sacas de Stark para el público.