Vista hoy, a mí me ha encantado. De nuevo Wes anderson hace lo que quiere y, como siempre como quiere, con su uso de planos frontales, planos laterales en movimiento, encuadres virtuosos, uso del zoom, y paleta de colores marca de la casa (esta vez tal vez algo más apagada, más grisácea-ocre, en consonancia con los decorados y tono de la historia).

Además, por ahí están las voces de su cada vez mayor plantel de intérpretes recurrentes y Desplat de nuevo musicando todo de la mejor de las maneras.

Y, al igual que pasaba en Fantástico Mr. Fox, alabar la capacidad de provocar emociones que se consigue con este tipo de animación.

Saludos