Que pierda un poco de fuelle hacia al final, y que cada vez sea menos terrorífico, creo que va acorde al propio argumento de la película: los niños van afrontando sus miedos y, cada vez, los temen menos (unos más que otros claro). Es por este motivo por el que al final sucede lo que sucede. Si no fue premeditado, desde luego fue un afortunado resultado.