Por esa misma razón cuando salí del cine tras ver la 1º no pude evitar que me rechinaran los dientes, ya que más allá de 4 cositas la película no tiene absolutamente nada que ver con el libro. Ya ni cuento las siguientes, pero como en esas ya iba preparado en el sentido que el nombre de Bourne era más bien un accidente cósmico pude disfrutar la película, y sobre todo de la 3º.
El actual escritor de Bourne, Lutsbader, todo un clásico de este tipo de libros, ha traído de vuelta a Bourne a la CIA, no como agente sino como un externo al que acudir en situaciones limites. Algo que parece que se quiso esbozar en la última y que se supone que se debe desarrollar en la siguiente. Esperemos que la crisis que se elija este a la altura, al menos.