Cita Iniciado por Alex Fletcher Ver mensaje
Ahora bien, y viene el vinagre de Módena, seré directo y no haré los rodeos del párrafo anterior: me molesta el tono de comedia ligera del film, el cachondeito continuo, no por parte de la realeza o nobleza, sino más bien por el tono general, sobretodo del pueblo, de que estamos de cachondeo continuo, abanderado por el hombre (que al principio del film pensaba que era mujer) creo llamado Bomier. Tanta coña marinera me afecta y no me tomo el film que debiera, y no se trata de unos minutos, como pasa en la gran ilusión y precisamente fue mi aroma de vinagre; aquí el cachondeito es de martillo pilón. Se ve claramente en la chapuza nombrada anteriormente como la primera batallita de espadachines, sólo faltaba que salieran Abbott & Costello, con la consecuencia de que la escena del mártir, me da absolutamente igual y empatizo 0 con ella, incluso lo agradezco. El cachondeito continuo hace que el punto didáctico histórico del film, si lo hay, acabe soterrado.
Sí, es Bomier, el maçon, o sea el albañil. A mí me produce un poco la misma sensación que el personaje interpretado por Carette (que aquí también sale, brevemente, junto a Gaston Modot) en La grande illusion. Pero este tono ligero, casi de vodevil, es muy habitual en Renoir, yo diría que está presente en casi todas sus películas, sean dramas o comedias, sobre todo las que hizo en Francia. Las interpretaciones en los films de Renoir tienen siempre ese estilo un tanto distanciador, en que da la impresión que los personajes están vistos un poco burlonamente. Eso a veces produce momentos excelentes, pero en otras ocasiones resulta chirriante.