Antes de que sigas leyendo, amigo forero, te he de avisar que este post es bastante crudo y puede herir la sensibilidad de algunas personas, pero es como me siento y me han recomendado que me desahogue, y como llevo en este foro mas de dos años, pues he decidido contarlo aqui también. He acabado de escribirlo y también te aviso que algunas veces no tendrá coherencia, pero no voy a cambiar nada, pues las palabras han ido saliendo solas y prefiero dejarlastal y como están. Esto es algo muy personal. Algo que he vivido. Al que no lo interese, por favor, que no lo lea, es largo, lo sé, pero tengo que conseguir expuulsarlo del todo.

Buenas. Ya se que llevo tiempo sin pasarme por estos foros. La verdad es que los últimos meses han sido especialmente duros para mi. Para empezar, en Septiembre me casé con la que hasta ese dia era mi novia, y empecé mi nueva vida. La convivencia, los roces... bueno, que os voy a contar que no sepa alguien que esté casado...

A las dos semanas de volver del viaje de novios me puse malísimo, con una gastroenteritis infernal que me dejó postrado en la cama y me hizo perder cuatro kilos en tres dias. Pero lo peor llegó el dia 13 de octubre, cuando recibo una llamada de una amiga diciéndome que fuera corriendo al trabajo que un compaññero se quería quitar la vida.

Resulta que ese compañero era Juan,mi mejor amigo, que había estado en mi boda y al que todavía no le había dado el regalo que le traje de Grecia (un Kambalache precioso para ponerlo en el coche). Gracias a dios (o al diablo), llegué justo a tiempo y me lo encontré llorando apollado contra la pared y con su pierna izquierda dando golpes contra la misma, con unos lagrimones increibles recorriendo su cara diciendo una y otra vez que no había podido.
Me miró a los ojos y me dijo que no había podido hacerlo, que había tenido el revolver en la boca y no había podido apretar el gatillo.
Yo estuve tranquilizándole junto con mi amiga diciéndole que la vida merecía la pena, que no hiciera tonterías precisamente enese dia (era su cumpleaños), y que al dia siguiente nos íbamos a comer los tres junto y a celebrarlo. Parece que se fué tranquilizando poco a poco, pero como no me fiaba de el, decidí quitarle las balas de su revolver (somos vigilantes de seguridad). Incluso le dije de llamar a un Samur para que le mandaran algo (en realidad era para que no le dejaran seguir trabajando.) Estuvimos bromeando hasta casi las once de la noche y riéndonos. Había repartido sus cosas despidiéndose de la gente e incluso a un compañero le dijo que le devolviera la funda de sus grilletes.

Juan llevaba varias semanas mal por algo que ahora no viene a cuento, pero yo había estado intentando que tirase hacia delante. Tengo facturas que asustarían a cualquiera de las horas y horas que nos tiramos hablando.

A eso de las once y media me fuí para casa,pero paré en una gasolinera para hablar con mi compañera de lo sucedido. Estuvimos hablando cosa de veinte minutos y nos despedimos. Llegué a casa bastante preocupado, pero al final, no se a que hora, conseguí dormirme. Como todos los dias, me sonó el despertador a eso de las 5 y media de la mañana, pero esa mañana recuerdo que tenía muucho sueño y me lo retrasé 15 minutos me vestí y desayuné. Bajando las escaleras me acordé que tenía las balas de Juan en el monedero. Le llamé para decirle que en un momento se las llevaba, que es que me había dormido y que llegaría tarde.Eran las 6:05 de la mañana, y me rechazó la llamada. Yo no le di importancia porque sobre esa hora empieza a llegar la gente y pensé que estaría hablando con alguien. Cogí el coche y me dirigí al IFEMA. Ala latura de la glorieta que va a IFEMA y el Palacio de hielo un escalofrio recorrió mi espalda, pues dos coches de policia me adelantaron y tomaron la ruta que todas las mañanas hacía. Todavía lo recuerdo. Un sudor frio brotó de todo mi cuerpo como si fuera una fuente. Pisé el acelerador y seguí a la policia. Entramos los tres coches en el recinto.

Yo me temía lo peor. La policía pasó de largo y yo fuí directamente al vestuario. Estaba aliviado, porque una compañera les había parado el principio y les había dado instrucciones. Iluso de mi! Un compañero salió con la cara desencajada preguntándome a gritos donde estaba la policía y yo le pregunté ¿Qué ha hecho Juán?

No necesité una respuesta para saber que había pasado.Cogí el coche y bajé a buscar a la policía. Ahora miemo sigo preguntándome comolo hice, porque no lo recuerdo, pero los guié hasta el lugar.

Mis peores presagios se cumplieron. Juán se había suicidado a las 6:07, dos minutos despues de haberle llamado. ¿Por que me rechazaste la llamada?

Fruto de la rabia le pegué un puñetazo a su taquilla, le pegué con todo, con tan mala suerte que me rompí el quinto metacarpiano de la mano derecha, pero no me dolía. Me dolía [y me duele] mas otra cosa.

Salí del vestuario. Los recuerdos son confusos. Solo recuerdo que le pregunté a un jefe si estaba vivo. Negó con la cabeza. Lo único que recuerdo es estar tirado en el suelo, fuera del vestuario, que abrazé a alguien y que llamé por teléfono a mi amiga diciéndole (según ella, porque no lo recuerdo),"Lo ha hecho!" una y otra vez. Ya no me acuerdo de mas, solo que lloraba sin parar, la gente me ha dicho que no podían hacerme parar, yo no lo recuerdo. Le di tres balas al jefe y seguí llorando. (Creo que no he llorado tanto en mi vida.)

Al final mi cuñado me cogió para llevarme a casa, pero de camino me vió el bulto de la mano y me llevó a urgencias. De allí me mandaron a la princesa donde me diagnosticaron la rotura con desplazamiento. A partir de aqui, los recuerdos son borrosos, pues me desmayé debido a la tensión y al dolor cuando me colocaron el hueso.

Ese dia era el cumpleaños de mi prima. Recuerdo a toda mi familia preocupada, mi madre llorando... fué horrible, pero a las cinco de la tarde me fuí para huelva con dos compañeros, pues al dia siguiente lo enterraban.

En el tanatorio iba a empezar el verdadero calvario. Fué llegar y la familia se tiró a por nosotros. A mi me acusaron de haberle pegado y por eso tenía el brazo escayolado. La familia no sabía que era vigilante, empezó a acusarnos de muchas cosas infundamentadas...

...nadie de la empresa dió la cara en el entierro. Allí solo estábamos compañeros de trabajo y amigos, ningún representante de la empresa. Por eso comprendo en parte a la familia y no les guardo rencor.

Al dia siguiente del entierro, el lunes dia 16 de octubre, fuí con mi compañera a recoger sus cosas de su taquilla,pues había decidido marcharse, como yo, y al abrirla aparecieron una nota y sus regalos de despedida. Le pegué una patada a la puerta y la rompí. (Lo sé, una persona racional no actúa así, pero estaba desquiciado, pues me sentía responsable y había algo que no me encajaba en todo esto.)

Nos llamaron desde la empresa a mi compañera y a mi, pues sabían que éramos sus mejores amigos (o eso creíamos) ynos reunimos con el director, el subdirector, un gerente y dos inspectores. Estuvimos charlando durante un buen rato, y las conclusiones a las que llegamos me destrozaron.

Juán me tenía celos y había estado manipulando todo para que nome hicieran jefe y me tuviera que ir del servicio. Había mentido toda su vida a su familia, compañeros, amigos, etc. Tenía una doble vida y nos había engañado a todos. Incluso hubo alguien que me dijo que retrasar el reloj esa mañana me salvó la vida.

Desde ese día hasta hace poco, mi vida ha estado parada. Todo ha sido silencio, tristeza,pesadillas por las noches, insomnio, ansiedad, sentimiento de culpa (el ser humano, por naturaleza tiende a hecharse la culpa de todo lo malo que pasa a su alrededor).

He intentado alzar la cabeza y tirar hacia adelante, pero era incapaz. Casi me cuesta el matrimonio (de hecho no está del todo a salvo todavía, pero espero que todo vaya bien).

Todavía hoy sigo de baja. El dia 28 vuelvo al traumatólogo para ver si he cogido algo de fuerza en la mano. Va lento, pero hoy hay una cosa que no ´tenía la última vez que fuí: Esperanza. Ahora, cada vez que saco de mi bolsillo las tres balas que me quedaban, las miro y recuerdo la lección, que la vida es un don que solo se nos concede una vez y no hay que desperdiciarlo.

Se acercan las navidades, no se como lo pasaré, pues él era muy importante para mi. Le quería, pero tomó su decisión y tengo que respetarla.

Feliz navidad amigo forero, y gracias por ese pedacito de tiempo que has dedicado a leer este trocito de mi vida.