Interesantísimo. Me gusta mucho Giger desde que lo descubrí hace un par de décadas y a través de su obra y los libros que la recopilan he estado familiarizado con este proyecto de Dune desde entonces. Y, aun pareciéndome la película de Lynch una bizarrada absolutamente gozosa, siempre me he preguntado qué espectacular pasada de frenada habría salido de un coctel tan potente de talento creativo como el que estaba cociendo el flipao este.
Se me antoja una edición del Dune de Lynch en BD con los dos montajes en condiciones y, en los extras, este documental... Un deseo tan demencial que el propio Giger podría plasmarlo en un dibujito a boli.
Por cierto, cojonudo el inglés del amigo. A la altura del de Aznar.