No sé qué me decepciona más si el hecho de que no me haya gustado o que esté nominada a mejor película.
Es muy más de lo mismo. Juega con los arquetipos contrarios que se esperan de una película antinazi sin esmerarse, ni risa, ni humor, ni nada que se le parezca.
Sería más propio de Netflix. Personajes cómicos absurdos sacados de Brácula y que busca ser del tipo cómico dramático inteligente que en mi opinión me saca de la película a la media hora.
No lleva 15 minutos y quiere ser El Gran Dictador, Ser o no Ser y La Vida es bella en un solo cocktail)
(Y eso que soy abierto seguidor de las películas que tocan el tema del Nazismo... pues ni así)