A mi una persona de cuyo criterio me fio mucho me comenta que está muy bien rodada (mejor que la primera en este aspecto para su gusto), fotografiada e interpretada.
A nivel de guión, me comentan que te puede convencer lo que han hecho o no, pero Phillips y compañia han tenido valor por no darle al público lo que quiere y esperaba, optando por no seguir el sendero que claramente marcaba el final de la anterior película. Se puede criticar que la resolución, por las implicaciones que tiene, es un tanto apresurada, y podrían haberse detenido más en desarrollar como se llega a ese punto -al margen de que te convenza o no, el no acaba de comprarlo-, pero de nuevo, hay que alabar el valor. Porque hay que tener valor.
Es curioso, comenta este hombre. Tres películas este año que no se han puesto precisamente por las nubes, sino todo lo contrario (a su juicio): The Bikeriders, Megalopolis y esta Joker Folie a Deux. Y si uno lo sopesa detenidamente, en realidad resulta que están entre lo mejor del año hecho en Estados Unidos, por más que ninguna de las tres le parezca redonda o una obra maestra.
Pero son CINE con mayúsculas, con grandes virtudes y autoría detrás, en lugar de contenido algorítmico manufacturado por comites ejecutivos.