A Todd Philips y ole sus narices por intentar hacer algo nuevo, hacer lo que quiere, en vez de repetir lo mismo una y otra vez.
Bueno, sin duda es una forma de verlo, pero me da que si los 200 millones fueran suyos, se molestaría más en hacer una película que pueda interesar al público y no sólo a él y a 4 gatos. Con el dinero de los demás, siempre es fácil "arriesgarse".