LA CAÍDA DE LA CASA USHER (1928) de Jean Epstein.

Primigenia adaptación al celuloide del relato de Poe (con retazos de otros, en especial de “El Retrato Oval”), francesa y coguionizada por Luis Buñuel. La peli empieza algo morosa y en tono un poco bajo, pero en seguida se convierte en un fascinante, poético (esos planos: guitarra, cielos y aguas batidas por el viento), e inquietante espectáculo visual, consistente en significativos primeros planos, travellings, ralentís, superposiciones de imágenes (esas velas mientras transportan el ataúd) etc; que evocan el romántico, siniestro, surreal e introvertido mundo y sensibilidad Poe, de forma más afín al escritor que las películas de Roger Corman o cualquier otro intento de adaptación que ha habido. Estupenda su sensitiva captación de la Naturaleza (paisajes desolados y neblinosos, árboles vetustos, animales, rayos y tormentas) y memorables últimos veintes minutos, tras el regreso del entierro (los impresionantes, “doblemente” mudos, doloridos cinco primeros de ellos y lo que sigue…). Quizá algo menos satisfactoria sea la conclusión del film (en esto sí más fiel y conseguida la peli de Corman de 1960), pero en todo caso, estamos en uno de esos casos, como el “Vampyr” de Dreyer, de casi centenarios films fantásticos isla, sin descendencia aparente, no demasiado conocidos a nivel general, pero cuyo espíritu vanguardista, imaginería e innovación narrativa y estética, los hacen de indispensable visionado para todos los interesados por el origen y desarrollo del género en el cine.















Chungo escoger imágenes, se podrían poner cincuenta. VEDLA. Son sesenta minutejos.