Stewart era un actor inmenso, muy matizado, pese a que una primera impresión pueda llevar a pensar que se limita a poner la misma cara de pánfilo todo el rato.
Hitchcock tiene un buen puñado de obras maestras, tanto en su etapa británica cómo norteamericana. De la norteamericana, en mi opinión, desde extraños en un tren (1951), hasta Los Pájaros (1963), son prácticamente todas obras maestras seguidas.
PD: La ventana indiscreta es uno de los mayores prodigios formales que he visto nunca, tomando el punto de vista cómo excusa para hacer virguerías con la cámara.
Y lo de Grace Kelly aquí es absolutamente sobrenatural.