Partiendo de los fenomenales anacronismos heredados de la novela de Verne, el filme es una delicia en su concepto aventurero y fantástico. Nunca me hizo perder la cabeza, la verdad, y como soy estable en mis pareceres, sigo viéndola como lo que es y que jamás dejó de ser: entrañable y entretenida.
Dejándote llevar por las nostalgias de nuestra infancia, estas pelis siempre se disfrutan. Yo me la pillé hace poco por 6€ y me disfruté bastante, a pesar de las lógicas limitaciones del tiempo.
Es una película de las típicas que no ofenden a casi nadie. Cine familiar agradable con lagartos reales agigantados y maquillados. Fiel a la novela, y arrastra todo lo bueno y malo que ésta tiene. Por cierto, no entiendo cómo aún no existe adaptación de una de mis favoritas de Verne: El castillo de los Cárpatos.