En gran parte te doy la razón en lo de Los Odiosos Ocho. Creo que la primera mitad es brillante, de lo más lúcido que ha hecho Tarantino en guión y ejecución. El problema es que me parece que se va a pique cuando comienza el tema del café, todo se desmadra dando lugar al Tarantino más grotesco y que menos me gusta.

En lo de la falta de ideas a la que aludía me apoyaba sobre todo en su última película, Érase... Hollywood, que en mi opinión es un vacío despropósito.