Su excesiva duracion (mas tragable su montaje de cines), planificacion algoritmica (dista enormemente de Bayona en este sentido) y el guion cargado de situaciones que rozan el absurdo, la trama de secuestro es risibe y el tema de las langostas parece sacado de una cinta de Kaiju Eiga de los 70s, solo que sin su corpulueidad de serie B.
Jurassic World: Dominion carece de un empaque de blockbuster de nivel aceptable, si adoptara una cordolidad de serie B dentro de su absurdismo en vez de abogar por la seriedad, el mayor error de Trevorrow en esta trilogia, estariamos ante una produccion mas salvable, incluso si su planificacion visual no fuera brillante, porque no lo es, el problema radica en que Trevorrow no quiere, en su empeño de que CREE que continua la tematica de Cricthon, cuando lo que hace es lapidarla de forma brusca y fallida, pensando que es inteligente, lo de los personajes lo dejamos para otro dia.
Michael Giacchino se hace lo mas salvable de esta tercera parte, incluso si su partitura no llega a los niveles de Fallen Kingdom (el mejor score de estas tres peliculas), hay una cierta influencia desplatiana en su electronica, con elementos que recuerdan a aquel disfrute maravilloso que fue Ghost Protocol y su colorida instrumentacion, hacen que sea lo mas rescatable de esta fallida tercera parte.