El montaje extendido no deja de ser un capricho de Trevorrow, puesto que era la pelicula que queria que fuera a salas en vez de el montaje de 146 minutos, que llego.

No solo es que no aporte nada (el prologo es quizas lo mas destacable, pero claro, no funciona dentro del contexto final -construir al Gigantosaruio como una especie de rival epico y luego finiquitarlo de semejante forma-), es hacer excesivo algo que ni deberia serlo (mala constumbre de Hollywood en cuanto a que blockbusters se refiere) ni era necesario hacerlo. Mantengo que es una pelicula menos ostiable que su antecesora (una es un sindios la otra es, llanamente, fallida), pero tampoco tan salvable.