Estoy de acuerdo contigo con respecto a Steamboy, pero no con Akira. Todo ese "ruido" que parece acompañar a la película es una capa para trazar una de las críticas sociales más devastadoras de su época, que rompe mucho de los arquetipos del Japón autocomplaciente de los 80 y se permite el lujo aún encima de codearse con la "nueva carne" y el cyberpunk sin caer en el ridículo. Akira tiene muchísimo que rascar, más la película que el cómic, demasiado dilatado en mi opinión.
Su nueva película, Freedom, pinta bastante bien.