Los fans del Friedkin más excesivo, el de Cruising (A la caza en España) estamos de enhorabuena pues Killer Joe es un auténtico festival, una película de serie b en el glorioso sentido del término, solo que guionizada, dirigida e interpretada por profesionales de categoría A. Una experiencia cinégafa y a la vez cinéfila, inclasificable, asfixiante, polvorienta y tamizada por un humor negrísimo que le sienta de maravilla a la cinta.

En realidad William Friedkin siempre se ha caracterizado por ser un director a contracorriente y por poseer una filmografía tan irregular como fascinante (El exorcista y French Connection han eclipsado a maravillas como Vivir y morir en los Angeles o a films imperfectos pero turbadores y más que interesantes como la mencionada Cruising).

El corto reparto cumple a la perfección con su cometido. Todos los interpretes rayan a gran altura, destacando especialmente en el conjunto un Matthew Mcconaughey absolutamente brillante como policía y asesino a sueldo (en un papel tan agradecido como difícil y sin duda el mejor de su carrera) y una Gina Gershon, que, en plena madurez, sigue demostrando que su capacidad de riesgo a la hora de elegir papeles y su insobornabilidad continuan en plena forma. Suya es la escena más difícil de la película y la salva con majestuosidad. Ojo también a Juno Temple, una actriz que dará mucho que hablar en el futuro.

¿La trama? Básicamente es un retrato de la América profunda más cochambrosa y una ferviente defensa de los postulados de Hobbes. Se nota que Killer Joe esta basada en una obra de teatro, pues no hay profusión de escenarios ni localizaciones. Sin embargo Friedkin se las apaña para impregnar de una atmósfera demencial y malsana todas las visicitudes y desventuras por las que el grupo de parias que protagonizan el film pasan. Así pues, la obra está lejos de ser una obra maestra (no lo pretende) pero sus virtudes, que son muchas, hacen de ella no solo un divertimento notable sino además la confirmación de que El chalado de Friedkin vuelve a estar, por fin, en forma.