En palabras del crítico Ángel Sala aparecidas en su reseña de la reciente Bernilane:

"Un paseo por el amor y la muerte de los habitantes de Hollywood de la mano de uno de los grandes exploradores de la imagen del cine contemporáneo. En este caso, Malick sigue explorando nuestra vida contemporánea, centrándose en la decadente vida de los habitantes del Los Ángeles más glamourosa. Pero el director no se centra en individualidades o pone demasiado los pies en tierra, sino que se deja llevar, de la mano de la inmensa fotografía de Emmanuel Lubezki, en una reflexión global sobre lo mundano de la vida en nuestra época, convirtiendo Los Ángeles en una especie de espacio casi sensorial y lumínico que contribuye a la fascinación de la historia.

Pese a quien pese, una obra maestra indiscutible, una vez más ignorada por los que hasta hace poco echaban de menos que Malick hiciera más películas.

Knight of Cups es La Dolce Vita (o La Gran Belleza) del director, la reflexión más bella e inteligente sobre la vida en los tiempos de la virtualidad.

Que el jurado no tuviera en cuenta en el palmarés esta joya es simplemente un gesto de esnobismo tan poco justificado como irritante."