Salvando la actuación de él poca cosa le veo a esta película. Y las actuaciones del resto muy justas, especialmente la hija y el misionero. La enfermera me caía como una patada en el culo.
Y tampoco me pareció muy grotesca, esperaba más chicha en ese aspecto. En el único momento que sentí un poco de interés fue cuando la hija estaba compulsivamente cortando la mesa con el cuchillo, pensé que la película iba a tomar un giro oscuro y surrealista, muy al estilo Cisne Negro.
Prefiero mil veces El Luchador, una película casi idéntica en fondo pero mil veces mejor contada y mucho más interesante en general.