La calumnia (The Children's Hour) SPOILERS!

Aviso de que hay spoilers (aunque hablamos de una película de 1961...)

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La Calumnia es el curioso título con el que se estrenó en España The Children’s Hour, considerada uno de los títulos menores de Wyler, y eso que tenemos ni más ni menos, que a la mismísima Audrey Hepburn de protagonista, junto a Shirley McLaine y James Garner. Las dos son dos jóvenes maestras en una pequeña escuela para niñas. Karen (Hepburn) acaba de comprometerse con el Dr. Cardin (James Garner), y eso provoca la ira y la frustración de Martha (McLaine), su mejor amiga, confesora y probablemente, algo más. La relación entre los tres se ve destruida cuando una de las niñas del colegio le cuenta a su abuela una mentira: ha visto cómo sus profesoras hacían “algo”. Eso supone el fin del mundo para las amigas: los padres en cuanto se enteran deciden retirar a sus hijas del colegio, el noviazgo entre Karen y el doctor peligra, ambas se ven en la ruina y Martha sufre más que nadie.
Rodada a primeros de los 60, es una de las primeras películas hollywoodienses que tratan el tema del lesbianismo, y desde luego, de una forma oscura y perversa. Martha claramente ama a Karen, eso al espectador le queda muy claro a los cinco minutos de película, sin embargo, la palabra “lesbiana” ni ninguna otra es mencionada a lo largo del filme. De hecho, cuando la niña se lo cuenta a su abuela dice “it must be whispered” (debe ser susurrado) y se lo dice al oído, dejando a la imaginación del espectador qué es lo que le está diciendo.
The Children’s Hour es un drama intenso desde la primera aparición de la niña, una de las más odiosas de la historia del cine, y que alcanza su clímax durante la confesión de Martha. Ella ha amado en secreto todo este tiempo a Karen, y Karen lo sabía y probablemente haya sentido lo mismo y quiera negarse. El diálogo entre las dos es realmente desgarrador. Lo copio aquí (reconozco que para ser fiel lo he copiado directamente de la imdb)

Martha: There's always been something wrong.
Karen: Stop the crazy talk.
Martha: I'm guilty.
Karen: You're guilty of nothing!
Martha: I've been telling myself that since the night we heard the child says it; I've been praying I could convince myself of it. I can't, I can't any longer. It's there. I don't know how, I don't know why. But I did love you. I do love you. I resented your marriage; maybe because I wanted you...
Karen: It's a lie. You're telling yourself a lie. We never thought of each other that way.
Martha: No, of course you didn't. But who says I didn't? I never felt that way about anybody but you. I've never loved a man... I never knew why before. Maybe it's that.
Karen: You are tired and sick.
Martha: It's funny; it's all mixed up. There's something in you, and you don't know anything about it because you don't know it's there. I couldn't call it by name before, but I know now. It's there. It's been there ever since I first knew you. I don't know. It all seems to come back to me. I've ruined your life and I've ruined my own... Oh, I feel so damn sick and dirty I can't stand it anymore!"
Karen: All this isn't true. You've never said it; we'll forget it by tomorrow.
Martha: Tomorrow? That's a funny word. Karen, we would have had to invent a new language, as children do, without words like tomorrow.

El suicidio final de Martha era algo inevitable: en esa época todos los personajes gays debían morir en el cine. Sin embargo, Karen lucha en el último momento por salvarla, y es la única que la honra en el entierro, lo cual puede leerse como un alegato de defensa del personaje de Martha.
La Calumnia es un filme repleto de grandes momentos. El ya comentado diálogo entre las dos amigas, la pelea entre Garner y Hepburn, obligándola esta última a reconocer que ha dudado de ellas, o los primeros planos de la odiosa cría capaz de cualquier cosa con tal de satisfacerse a ella misma. Wyler consigue que la tensión crezca por momentos aunque el espectador sea consciente de todo lo que pasa desde el principio, pero los personajes se niegan a admitir la realidad. Sabemos lo que va a ocurrir en cada plano, adivinamos siempre el siguiente movimiento, el director nos da todas las pistas, y juega con ello, y es ahí donde está la grandeza de esta película, mantener la tensión aunque sepamos lo que va a ocurreir. Un film a reivindicar.