Cuando llegué a casa tras verla, tenía la sensación de haber visto una gran película. Pero leyendo la crítica de Tripley, veo que está creciendo dentro de mí. Tanto que yo también la califico de obra maestra.
Y es una obra maestra moderna. Por qué? porque utiliza esencias de antaño, clásicas, pero puestas al día, actualizadas.
Un musical debe tener una gran banda sonora detrás, para que sea un gran musical y no uno del montón. Y este lo tiene. Vaya que lo tiene. Como dice Tripley, un score que se ubica perfectamente en la historia. Que hace protagonistas a sus intérpretes, transmitiéndonos lo que sienten, sus aspiraciones, sus frustraciones, su optimismo o su pesimismo.
Porque esta película desde luego, trata de sentimientos y tiene una habilidad tremenda para contagiarlos al que lo ve.
La pareja protagonista está fabulosa. Ella, más impetuosa, y él, algo más contenido. Pero lo mejor es el "pegamento" utilizado por Chazelle, para crear un conjunto hermosísimo como pareja.
Me ha gustado mucho la puesta en escena, las localizaciones, los vestuarios, los decorados, ....con muchas reminiscencias a distintas décadas (desde aspectos del cine mudo, como dice Tripley, pasando por los 50 con el observatorio de REbelde sin causa, hasta los 80 con la música y la imagen videoclipera de esa década) pero siempre dejando patente lo intemporal de la propuesta. Por eso digo que esta película no envejecerá.
Por eso y porque tiene unas canciones maravillosas. City of stars (tanto a dúo como en solitario, donde me ha enamorado completamente Gosling), Start a fire (donde Legend demuestra el talentazo que tiene), Someone in the crowd, (con Stone y las amigas, fabulosas todas), y así todas.
Y especialmente, esa canciónSpoiler:
Me parece muy atractiva esa opción que da ChazelleSpoiler:
En cualquier caso, (y lo hago escuchando por youtube el delicioso epílogo de Justin Hurwitz) considero vital ver esta película. Porque precisamente vitalidad es lo que desprende por todos los poros de su metraje.