Los discos ópticos siguen siendo la mejor opción para mantener máxima calidad de imagen y sonido. Pocos equipos son capaces de manejar flujos de 40mbps para video y/o audio de 10mbps tirando de disco duro o por vías de streaming. Esto se nota en cuanto a las ventas de Blu-ray, solo un par de ejemplos: Se rumorea que Avatar ya pasó de 3 millones de copias, y Amazon US vendió su cupo de Porcupine Tree's Anesthetize dos semanas antes de salir al mercado. Igualmente hemos visto las remasterizaciones de King Crimson en DVD-A temporalmente agotadas en más de una ocasión. Poco a poco se va mostrando que muchos apreciamos la alta resolución. Y que el mundillo de ripeo y descargas no es un impedimiento para ediciones excelentes a precios razonables.

Luego diría que el papel de los "grandes almacenes" no ha cambiado mucho a lo largo de las últimas décadas. Su modelo de negocio se basa en planificación y volumenes grandes. Por tanto, sus especialidades son superventas seguras, las recopilaciones de toda la vida, y tiradas baratas de cosas antiguas. En lo demás, que es lo que mayormente compro yo, se quedan algo corto. Y yo recuerdo que de los vinylos que tenía allá en los años 80, los albumes nuevos compré en tiendas físicas especializadas y los míticos discos de por ejemplo Pink Floyd pedí por correo. Para mí y para mis necesidades no es tan imprescindible que cadenas como ECI vendan discos y películas. Sí echo de menos las especializadas, todavía existen algunas en el centro de Madrid pero no estoy para tragarme dos horas en transporte público.