No, todos los esfuerzos para "recuperar" a la reina los hace principalmente por ella: al principio para defender su posición, y más adelante igual pero para defenderla de cara a la reina. Las ganas de medrar de Stone serán suficientes para sustentar la guerra que Weisz utilizará a su favor para embaucarlas a las dos, cada una a su manera. Hay que entender, obviamente, que el personaje de Weisz es tan despreciable como aparenta y que esa forma de obrar y de tratar a los criados ha sido siempre su modus operandi. Nunca he dicho que sea un plan premeditado y urdido desde el principio como comenta Frank Zito, de hecho, al principio, Weisz no es consciente de que los acontecimientos pueden llegar a desarrollarse de esa manera, es algo con lo que se encuentra más adelante y que acaba aprovechando de la manera más inteligente posible.
Entonces ¿por qué necesita Weisz aparentar que se esfuerza por recuperar a la reina?
Es una farsa.
Al igual que Stone al final de la película y probablemente por las mismas razones, ella empieza la historia cautiva, presa en la misma vorágine, a las ordenes de una reina que reclama satisfacer todos sus caprichos y apetitos sexuales más humillantes. Al principio creemos que Weisz domina a la reina por la forma en que la controla y la desprecia, pero poco a poco nos damos cuenta de que no es así, y que cuando la reina reclama alguna cosa ella agacha la cabeza y obedece, o incluso para convencerla, recurre a las mismas tretas sexuales que utiliza Stone.
Dado el carácter de la relación que ha establecido con la reina, Weisz tiene que apañárselas con muchísima sutileza para que ésta acabe decantándose por la nueva cortesana que ingenuamente está haciendo méritos para ganarse su confianza.
Recuerdo un comentario con muy mala uva que le dice Weisz a la reina tras la puerta: "¡yo siempre te diré la verdad! ¡Si tienes cara de tejón te lo diré para que no hagas el ridículo! (el comentario exacto no lo recuerdo). Evidentemente, esa clase de desprecios disfrazados de "sinceridad" que ha tenido desde el principio con ella, genera una serie de contradicciones en la reina que Weisz utiliza a su favor para que sutilmente ésta se vaya decantando por Stone, más por sentir rechazo por la propia Weisz, que porque Stone se gane realmente el puesto. Al final, la carta tan esperada que debería haber recibido la reina y que tantas dudas genera en Weisz, no se efectúa porque comprende, finalmente, que lo mejor que puede hacer para que la reina se deshaga por fin de ella es no enviándosela.