Quiero levantar una lanza en defensa de los enanos.

Llevamos decenas y decenas de años haciendo películas de todo tipo, y siempre, o casi siempre, los enanos han salido en ellas como personajes monstruosos o como anormalidades.

En otras se les ha utilizado para meterlos –aprovechando su tamaño— dentro de robots o de criaturas fantásticas.

Y cuando resulta que hay una película expresamente adecuada para que ellos salgan tal como son y sean protagonistas—El Señor de los Anillos—, van y pasan de ellos y cogen a cuatro niñatos y a sujetos con estatura normal a los que trucan digitalmente.

¡¡¡¿Alguien ha visto un enano de verdad en El Señor de los Anillos?!!! ¡¡¡Racistas de mi-piiiiiiiiii-da!!!


Por suerte, WILLOW es la excepción que confirma la regla.


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