Apreciable comedieta dramática.
No aburre y sí entretiene, que ya es algo. Es demasiado politicamente correcta (aunque quiere ser lo contrario) y todos los actores hacen lo mismo que les he visto hacer en otras pelis. A Sarah Jessica Parker dan ganas de matarla a golpes al principio (su personaje es demasiado exagerado) pero al final acaba siendo bastante entrañable.
Si os gustó Love Actually, os molará ésta: comedia, gags algo forzados, família, amor y bastante almíbar.
No vale la pena ir por Rachel McAdams porque su papel no es gran cosa.