Es lo que ocurre, porque es lo que hay. De las continuadoras de La momia de Freund, me quedo con La mano de la momia. Pero es que mezclan la cultura egipcia y la azteca con mucha facilidad. Esos anacronismos me molestan. Es más, por otro lado, en esta revisitación de Christy Cabanne hay más desierto, más monstruo y más momia-momia. Las de Chaney son sólo entrañables. Con respecto a la Hammer, es original Sangre en la tumba de la momia, por ser adaptación de la novela de Stoker, pero no hay momia. También opino que las de Sommer son más de Indiana Jones que otra cosa. Muchos notaron que robaban detalles de Drácula de Coppola; pero era al revés, pues V. Hart retomó ese concepto del amor imposible fijándose en el argumento clásico de la Universal.