"El código Da Vinci": Miraba la pantalla y nada, pero luego sacaba la entrada del bolsillo y veía que había pagado 6'50 y me descojonaba con lágrimas de desesperación incluidas.

Yo es que no soy de risa fácil ni de carcajada, me quedo con momentos puntuales. En su día las de Jim Carrey. Defiendo "Yo, yo mismo e Irene" como obra de culto en la que hay momentos muy buenos como el ya mencionado antes o como cuando están en la habitación del Motel y el prota va al servicio a mear y le pregunta a la tía si han hecho el amor porque mea raro.
Hay una escena en Scary Movie 3 que también me hizo gracia aunque es muy tonta. Es cuando los dos granjeros están hablando y el rapero le dice: Me gusta ser rapero y tengo un sueño y el otro pregunta ¿qué sueño? y le responde tener un sueño. Solo me odias por ser negro. Entra en el bus y se cierran las puertas dejándole la cabeza atrapada.