Tengo una molestísima sensación de déjà vu con toda esta insistencia en "sus rencores favoritos".

¿Siempre que se hable de un libro de cine va a ocurrir ésto, o sólo cuando los autores sean determinadas personas a las que no parece juzgárseles por lo (bien) que escriben y, por tanto, los comentarios al respecto están fuera de lugar en un foro de cinefília?

(¿Ahora habrá alguien que abra un post sobre "inquinas personales"?)