"La primera película sonora era española"...
Y Walt Disney era gallego.
El Phonofilm de Lee DeForest está documentadísimo. Que esta pieza en concreto anduviera traspapelada, no es óbice para que cause risa que alguien pretenda que el cine sonoro arrancó en español.
El bueno de DeForest era un Edison de segunda que inventó el diodo y otros varios artilugios radiofónicos que aplicó al cine sonoro. No consiguió colocar su patente a la industria y ésta siguió sus propios derroteros. DeForest vendió primero su invento en Argentina y luego en España. Aquí lo compraron un grupo de industriales hacia 1927 y produjeron varios cortometrajes, algunos de los cuales se conservan. El ejemplo más popular es El Orador o La mano, un espléndido e hilarante monólogo de Ramón Gómez de la Serna. Mediante este mismo método se rodó el primer largometraje parcialmente sonoro en suelo español: El misterio de la Puerta del Sol (lo tienen ustedes editado por Divisa).
El Phonofilm era un sistema de sonido óptico sincrónico pero la apuesta de Hollywood fue el Western Electric, con discos. Cuando adoptaron el sistema de sonido fotográfico la situación de la lámpara que debía de leer el sonido resultaba desplazada con respecto a la que había propuesto DeForest. Feliciano Vitores, el emprendedor industrial, que había emprendido el rodaje de El misterio de la Puerta del Sol, se vio obligado a proyectarla en plan trashumante, con su propio equipo de proyección y amplificación.
En la edición especial de Jazz Singer (El cantor de jazz / El ídolo de Broadway) encontrarán ustedes abundante documentación sobre el asunto.
En cuanto a los sistemas de sonido, como dice don Bela, nacieron con el cinematógrafo. El más activo fue Gaumont y se conservan muchas películas sonoras de la primera década del siglo XX. Pero el hollywoodcentrismo es lo que tiene...
por supuesto, estaré pendiente esta noche de esta joyita recuperada, don venerando