Siguiendo un poco con los últimos comentarios, decir que Fernando Trueba, uno de los aristócratas del cine español, ese que no es ni de donde nace ni de donde pace, acaba de perpetrar esto costándonos más de 11 millones de eurazos a nuestros bolsillos. Con esa cantidad se hacen más de 10 películas de directores debutantes (no exagero) en su NO país, savia nueva, que falta hace. El escaso público que la ha visto está calificándola además como bodrio infumable, o sea, candidata clara a los Goya y Oscar por NUESTRO país.