Benjamin Button me gustó lo justo, pero Leyendas de Pasión me encanta y se pegó un trabajo fantástico, al igual que el gran Anthony Hopkins (siempre lloro con la parte en la que sale a defenderle, estando ya malito ).
Y cuando sale Aidan Quinn con el rifle es la última vez en que recuerdo ver la sala de cine, llena hasta la bandera, irrumpir en aplausos.