Normalmente, cuando una película me parece inmensa o digna de llamarla obra maestra, sea del género que sea (incluso drama) la disfruto muchísimo durante muchos visionados... Hasta dramas de denuncia de grandes tragedias como Hotel Rwanda, El pianista, La lista de Schindler, etc., que me mantuvieron el corazón a punto de saltarme por la boca, se disfrutan como buenos espectáculos cinematográficos. Pero La tumba de las luciérnagas es excesivo, es un puñetazo del que no te recuperas. Es como mostrarte el infierno y decirte: "ahí podías estar tú y tu familia; o tu país, con tus votos, puede ser el causante de eso". La vi hace muchos años y no pienso volver a verla, de hecho las pocas veces que me han preguntado por ella advierto muchísimo de lo que se va a ver o directamente no la recomiendo.