Jajaja. Mucho. Ese comentario lo dijo más de uno. En la peli muestro mala leche y voy con un bate de béisbol ensangrentado. Hay una anécdota: el gigantesco (en todos los sentidos) Peter Van Randen (protagonista de Sed de luz) mea en un árbol y yo, al pasar cabreado por su lado, lo tomo del brazo con muy mala ralea y este se revuelve para seguirme. En la primera toma se quedó a cuadros con el zarandeo, porque lo cogí con todas mis fuerzas. Tuvieron que decirle que pusiera cara de cabreo y no de asombro. Y es que para un tío de dos metros es un poco humillante que uno de metro ochenta lo coja de esa manera, jajajaja. ¡Menos mal que somos amigos! Cuando íbamos los cuatro tipos con esa pinta al set (decorado natural al aire libre, boscoso), todos los técnicos del rodaje dijeron lo mismo: "Mejor no encontrarnos de noche jamás con estos cuatro". Gran piropo para los cuatro agresivos. Ya colgaré fotos para ver qué opináis.