Tenemos que colgar muchas fotos. Todos los que posan en la foto anterior intervendrán en Y la muerte lo seguía, apunto.

Conocí a Doe, un tío simpático del que me llamó la atención su mirada inteligente. Una pena que no fuera al posterior cóctel, donde estuve charlando con unos y otros hasta la cinco de la madrugada. ¡Y llevaba el peso del viaje y de haber madrugado! Hala, que uno no está acabado. Dussander estuvo acompañándome toda la noche el muy bribón. ¡Qué grande es en todos los sentidos! Con Mo y sus colaboradores también departimos. Menudo trabajo el que están haciendo los tíos. Hay que felicitarlos a todos aquí, porque lo merecen. Pero lo peor fue la caña que me dieron ese grupo de amigas (hermosas e inteligentes) que no paraban de invitarme a cubatas (¡Fisher, no tenían Morgan!) y decirme que estaba muy joven (que es una manera suave de decirme viejo, jajajajaja). Bela, Luigi, Arjona, Magneto, etc. desaparecieron en combate y no aparecieron en el cóctel. La velada acabó con una sesión de chistes guarrones...

Muchas anécdotas que ya iremos narrando aquí poco a poco, pues acabo de aterrizar.