creyendo en Dios. Sí, vosotros habéis creído en Dios. Por lo menos, la mayoría. Me explico: al llegar al final y conocer la verdad, todos o la mayoría, elegimos la primera historia. Y he ahí la magia: ateos, creyentes, agnósticos... da igual. La mayoría, prefiere la primera historia. Ése es el mérito. Tú piensas que la historia es increíble y fantástica hasta el final, pero cuando te cuentan la realidad, te quedas tan pasmado y te resulta algo tan frío y pálido (espectacularmente dura la escena con ese blanco enfermo de hospital y la sola triste mirada del joven contando en un largo monotono la narración "real" de la historia). Y así es cómo consigue que ante la pregunta clave, digamos: "prefiero la primera" Y ahí se caen los esquemas: el ateo prefiero el cuento, la fantásia, a Dios. El agnóstico lo mismo. El creyente también. Porque da igual, todos queremos la primera parte. Ya sé que alguien prefiere la segunda (creo que LORDD), pero si os fijáis, la mayoría no.
Y pienso que es más interesante de lo que parece porque, en ocasiones, a los creyentes se les acusa de "creer en fantasías", "preferir las fantasías a la realidad" pero... en esta película, los ateos y agnósticos también prefieren "creer en una fantasía" Si fantasía es = a Dios. Están creyendo en Dios.
Eso no quiere decir que el objetivo final sea ese, no. Ni el mensaje,. Pero la película consigue que te replantees tu tipo de pensamiento más allá de lo racional (la realidad dura y cruel), consigue que te plantees la posibilidad de que la fantasía sea cierta y despierta la duda.
¿Qué opción es la real? Para mí ambas.
mineapolis lo ha explicado antes que yo. Son cómo el padre y la madre de Pi. El padre representa lo racional de nuestra existencia, la usencia de fe. La madre representa lo contrario: la esperanza, la fe (recordad que es la que introduce a Pi en la religión de pequeño y la que en la cena le dice al padre que ciencia ayuda a la sabiduría pero que no enseña nada del corazón).
Ambos representan las dos vertientes de la vida y de la historia de Pi. Ambas realidades coexisten al mismo tiempo y forman la persona que será el Pi adulto (el que se enfrenta a sus miedos en el naugrafio gracias a los consejos del padre y el que sobrevive gracias a la fuerza espiritual y mental por la fe que, en principio, le descubrió su madre). Pensad que Pi no habría sobrevivido sin ambas. Necesitaba los conocimientos de su padre y la fe y esperanza de su madre. Es el TODO lo que logró que Pi se salvara. Si sólo hubiera utilizado la parte racional, quizá no hubiera tenido la esperanza y fe que demuestra hasta cuando está a punto de morir. Él cree que aunque Dios no le ayude directamente vela por él (lo dice en una frase) igual que dice: "Cuando creía que Dios me había abandonado, llegué a una isla" (algo así). Si sólo hubiera tenido la fe, quizá no hubiera sabido reaccionar y luchar todo lo que luchó enfrentándose a sus miedos. Pero Pi se salva gracias a las dos cosas. Necesitó a las dos. Por eso al final dice: "Nunca le pude agradecer a mi padre lo que me enseñó".
La historia es igual. Necesita las dos partes para sostenerse. Cada día que pasa lo tengo más claro. Porque igual que Pi necesitó a su padre y a su madre, la vida consta de varias partes: la racional y la espiritual. Tú puedes tratar de racinalizarlo todo, pero hay cosas que se escapan a tu raciocinio, por ejemplo: cuando algo nos da miedo y no hay razón para temer ¿Por qué tememos? Cuando sentimos algo especial ¿Por qué lo sentimos?. Siempre habrá cosas que no sean del todo racionales en nuestra existencia. Y eso también es real. ¿Por qué la gente no entiende que yo ame a un gato? Es sólo un bicho, me han llegado a decir. Para mí no, para mí es mi familia. Y me da igual que venga un científico y me diga que mi gato no siente nada por mí. Porque sé que mi gato me ama cuando me mira, sé cuando está alegre y cuando está triste, sé cuando llora, sé cuando sufre... porque lo vivo a diario. ¿Soy un irracional? ¿Seguro? Habrá quién piense que sí, habrá quién piense que no. Pero yo cuando miro a mi gato, veo un alma y sé que siente y padece igual que yo.
Pues la película es igual. Es un todo indisoluble y por eso para mí, las dos partes son ciertas, a pesar de que yo eliga la primera (como la mayoría de vosotros). Porque la vida también trata de eso, de elecciones que hacemos y nos hacen ver la vida de un modo diferente. ¿es más válida la visión de la vida de un creyente que la de un ateo? No. Simplemente son visiones distintas, maneras diferentes de afrontar la vida. Cada uno escoge su camino y actúa en consecuencia. Pues la película es igual. La realidad es una, pero tú puedes escoger cómo la vives: con fe y esperanza o con total racionalidad.
Y todavía más, puedes vivir con las dos opciones, igual que Pi no se centra en una religión. Igual que hay científicos que creen en la exitencia de Dios. No tiene porque estar reñido.
Por eso para mí ambas historias son válidas, cada persona escogerá la que prefiera, o incluso ambas. Pero si obligatoriamente tuviera que escoger una, me quedaría con la primera, aún sabiendo que la primera nace de la segunda (según nos cuentan en la película), porque eligo vivir con fe y esperanza, pero eso no quiere decir que deje de lado el aspecto racional. Por eso digo que para mí ambas historias son válidas y compatibles.
Pero Pi cuenta el relato de modo que el espectador acabe prefiriendo lo fantástico (igual que el periodista), acabe prefiriendo creer en Dios, y ciertamente, lo consigue. Lo consigue porque ha contado la verdad, ha contado lo que ocurrió realmente, pero a través de la visión de la vida optimista y creyente que él tiene desde niño (siempre en busca de Dios). En ambas su madre muere, da igual que sea como mujer o como mona. Muere igual. Por eso ambas historias valen, tan sólo son dos modos distintos de vivir la misma realidad. Fe y esperanza o racionalidad total.
Para creer en algo, se necesita fe.